Hace unos días, una buena amiga, profesora con mucha experiencia académica, intelectual, amante de la cultura y sobre todo, de cualquier asunto que tenga relación con nuestra isla en particular, pero también, como no podía ser de otra manera, de Canarias en general, me decía, en una conversación amena y edificante que mantuvimos, que, en nuestra tierra, aquí, si cada cual hiciera lo que debiera, en tiempo y forma, las cosas andarían de otra manera. Insistía en preguntarme ¿quién planifica la necesidad de implantar infraestructuras básicas o estructurales a corto, medio y largo plazo en la isla de Tenerife, en relación con el desarrollo económico-social deseable? ¿Quién hace el seguimiento de la planificación, si hay alguna? ¿Quién mantiene la evaluación periódica de la misma?. La primera respuesta que se me ocurrió, sobre la marcha y con prontitud, fue decirle que las preguntas eran de nota de matricula de honor.