Lagarde pide más a España, y le entregamos un gerontocidio (IV)
Enlazamos por dónde lo dejamos, en el último capítulo habíamos mostrado cómo se vendieron en España casi la totalidad de las empresas públicas que un día tuvimos, a unos niveles mucho mayores que cualquier otro país europeo. Pero también dijimos que la cosa no quedaba ahí, que se podía empobrecer y arruinar bastante más al país, como de hecho así ha sido, y sobre esto van a versar los próximos artículos. Me estoy refiriendo sobre todo a las privatizaciones desaforadas de servicios y a las concertaciones con el sector privado. Unas políticas éstas que de nuevo no son cosa del azar o de la coyuntura nacional, vienen impuestas otra vez desde esa supuesta gobernanza global a la que venimos aludiendo. Así, la señora Christine Lagarde en mayo de 2015, en Washington (EEUU), siendo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional recomienda a España, entre otras medidas, subir impuestos indirectos (los que afectan a pobres y ricos por igual) y continuar con las liberalizaciones de servicios públicos. Nuestras Administraciones Públicas obedientes como siempre se ponen a ello, y como ya no había más empresas públicas que regalar, continúan con los servicios. En este punto podríamos estar años, pues son muchos los sectores que se han externalizado o concertado en España, de modo que nos vamos a centrar solo en algunos, los que considero más importantes y los que más daño han hecho a la población. Entre ellos, el primero, por la dramática gravedad de sus consecuencias, los cuidados, y en concreto el cuidado de nuestros mayores.