Miles de trabajadores venezolanos cruzan todos los días a pie las fronteras con Colombia y Brasil, huyendo de la miseria y el hambre a las que el gobierno venezolano les condena mediante un plan de ajuste que ha reducido el salario promedio a menos de 5 dólares mensuales. Entre 2015 y 2018 se estima que han salido del país alrededor de dos millones de personas, un 6% de la población. Según algunas encuestas, alrededor de un tercio de la población quiere emigrar para escapar de la hiperinflación, la criminalidad violenta y la represión.

Los y las agricultores y ganaderos jubilados han mostrado su indignación por la situación que afrontan “tras toda una vida de duro trabajo en el campo”. Las pensiones más bajas de España se encuentran en el medio rural, donde sus habitantes tienen un 35% más de posibilidades de caer en la pobreza y la exclusión social que en las ciudades, según el indicador Arope. Las organizaciones rurales UPA y Fademur participarán este domingo en las marchas por las pensiones dignas que recorrerán el país.