Desde el tiempo de los Reyes Católicos que es de donde más documentación histórica de la "España" que tenemos, una de las palabras que más se repiten por todos los historiadores dedicados a dar fe desde Isabel y Fernando en sus relatos históricos hasta nuestros días que tenemos en fecha con el Gobierno de Sánchez es la palabra¡LEALTAD!. Cuando se oye esta expresión, y más en nuestra actualidad política, suena a arameo en estos modernismos de acatamiento a un gobernante, porque esto debería de estar repleto de moralidad y de dignidad de aquel que así la profesa y jura o promete esa "lealtad", y luego no la cumple, quedando solo en un puro formalismo burocrático, ya que el resultado es penoso al ver que se mofan, burlan y hacen escarnio sobre la palabra "lealtad".