Hace falta pararse de vez en cuando para descansar ante el agobio diario. Igualmente, mantener un estado de estrés permanente, puede llevar a situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves. Por el contrario, el sosiego lleva implícita quietud, tranquilidad, serenidad. Es precisamente la mejor medicina que podemos tomar para afrontar los graves retos que tiene nuestra Comunidad Autónoma para sanarlos con garantía de éxito. En el sentido opuesto, el frentismo, como tendencia o acción ya dada en la realidad de conformar un frente común para oponerse radicalmente a otra vanguardia, aboca al fracaso, pérdida de tiempo e inacción. 

Hola querido lector, espero que estés bien y con muchas ganas de Vivir que ya es bastante. Usted bien sabe que está leyendo Sol del Sur porque es un periódico para personas inteligentes, pero la razón no es porque la dirección o sus colaboradores sean unos expertos profesionales, la auténtica razón es porque este periódico comparte siempre el resumen de los millones de afiliados altruistamente pertenecen al P.E.B.T., el Partido de Expertos de Bares y Terrazas o al P.E.R.S., el Partido de Expertos de Redes Sociales y justamente en dichos partidos están los verdaderos expertos en todo y en nada. ¿Por qué el Rey de España Felipe es el mejor del mundo?

Caminando al supermercado disfrutas de las bolsas de basura que los guarros dejan donde quieren, porque son unos bandidos energúmenos, sin escrúpulos, ignorantes y maleducados, pero hacemos un stop en un condón que creemos fue utilizado, aunque no sabemos dónde, cómo, cuando ni el porqué. 

Gracias a Dios terminaron las Elecciones Municipales porque por suerte y por desgracia muchísimas personas somos adultas y aquellos que nos hemos metido a saco en la guerra mental de éste mundo loco de la política hablando con todos los líderes especialmente, estábamos saturados, cansados, dormíamos fatal y nos íbamos a la cama después de las doce de la noche y a las cuatro y media de la mañana estábamos despiertos, porque no lograbamos comprender tanta maldad. 

Entendemos, y muchos hacen pie en las circunstancias en las que vivimos, "que hay que sacrificarse por la causa del progreso". Este ripio se oyó en el Congreso a uno de estos políticos, salva "democracias" que pululan, elementos que no hablan si no lo leen (hay muchos) lo que su ideólogo absurdo le ha escrito en su folio, de esa manera cumple su nómina y aquí en España la clase política puede presumir que tenemos un Parlamento que funciona, ¡Pues que bien!.

Hay que estar ciego o como dicen los ingleses OUT de la política que se está haciendo en este momento en España y en Europa, o hay que ser un vividor, un espera nóminas y un soberano pelota de aquel que mande en el Partido para tolerar todo esto que vemos cada día en este País y que está creciendo a pasos agigantados a una mala solución.

En la magnífica película de Alejandro Amenábar titulada Mientras dure la guerra, el general Franco y los otros golpistas del 18 de julio del 36 firman sus primeras proclamas con el ¡Viva la República! que incluía mantener la bandera tricolor. Por supuesto que aquella treta de los primeros tiempos fue desplazada enseguida por el verdadero propósito del levantamiento: aplastar toda memoria de la II República y volver a la bandera bicolor de la monarquía, ideada como enseña marítima por Carlos III en 1785 aunque no fue impuesta como bandera nacional hasta 1843, con la reina Isabel II.

Que las mujeres trabajadoras somos las más afectadas cuando llega una crisis económica no es ninguna novedad. Pero la pandemia lo ha evidenciado todavía más. Los gobiernos capitalistas aprovechan nuestra situación de precariedad para hacernos pagar esta crisis. El rol esencial de nuestros trabajos nos ha ubicado en la primera fila de la lucha contra la pandemia, pero a expensas de nuestra sobreexplotación. Además, la carencia de socialización de las tareas de cuidados y domésticas, así como de políticas públicas de conciliación familiar, ha hecho todavía más insoportable la situación.

Es tal la cantidad de casos extraños, paranormales que tenemos en esta sociedad democrática como la nuestra, que no acabamos de encajar en nuestro entendimiento este rosario de aconteceres que entran todos ellos por los diferentes sectores sociales del país, todo para que el español entienda y que no se quede como actualmente estamos entre nosotros, ya que vemos que ningún ciudadano, ni asociaciones, ni grupos sociales ni políticas incluso los Partidos que algún día pretenden gobernar, les importa nada o así lo parece el latir a bajo pulso o moribundo que a veces se nota que late la nación, porque por no preocuparse no lo hacen ni para saber como acabará este empujón al abismo al que estamos asomados, y que nadie sabe quién o quiénes son los culpables de tamaña "heroicidad".