Vuelva usted mañana, escribió Larra para sintetizar la pereza de nuestros funcionarios. Pero, ¿cómo se le ocurre venir a comer o cómo nos pide que le midamos la presión arterial o cómo quiere que le atendamos en esta ventanilla o cómo quiere que le informemos de las operaciones bancarias si sabe que lo tiene que hacer on line o cómo quiere que le mandemos las notificaciones si no tiene guasap o cómo quiere que le demos información si no ha solicitado cita previa? Y puede suceder que tengas que acudir al mostrador donde antes te atendían, y allí te mandan a una página web que casi siempre da error o a un teléfono que nadie contesta o te dicen que actualices la aplicación del banco, y da igual que seas cliente de la entidad desde hace cincuenta años. El covid ha creado la excusa perfecta para que los periódicos ya no se vean en los bares a la hora del desayuno, y para que los diarios de Gran Canaria no lleguen a Tenerife, y viceversa. El covid y el problema de los aforos, cuando presentar un libro se convierte en un acto clandestino pues de los 21 asistentes que estaban autorizados al final se presentan 13. Tiempos heroicos para la cultura, tiempo de mentiras.