Aquellos que vimos el Funeral de Estado que se hizo en el recuerdo a las víctimas del covid- 19, no podíamos intuir que íbamos a ver un Show como aquel antiguo espectáculo que daba en televisión Renny Ottolina. Un coro de voces del pueblo al unísono llamaba asesino al vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, fuera de las puertas del Palacio Real en el cual en su patio se estaba desarrollando este Funeral de Estado. Este personaje de opereta el vicepresidente, no tuvo ni la más mínima compostura ni respeto al asistir a un acto de Estado en donde 30.000 muertos eran a los que honraba el Estado, fue vestido como lo que es y quiere que los demás vean que es, un patán arribista. Pero fue como un bosque de setas, salieron otras setas, no fue el único ridículo que estaba de esa guisa fuera de tiesto, también apareció un espantapájaros de colorines en un acto fúnebre como este, la Presidenta del Senado, con un inapropiado vestido que llevaba, igual que su trayectoria política de esta trapisonda, catalogada en su trabajo como "una castaña pilonga". Todo fue un compendio de mal gusto y de desprecio al acto y a quien representaba a lo más Alto de la Nación, su Jefe de Estado, el Rey.