UN TIEMPO SIN GOBIERNO YA NO SE RECUPERA
SI fuimos capaces de dar la campanada ante el mundo civilizado demócrata, cuando enterramos a la Dictadura (semi enterrada), y se planificó la Transición con un arrojo fuera de toda duda, a sabiendas que era en ese momento el jugarse el pellejo por apostar al número que se sospechaba que era el mejor, y era la democracia, aunque unos años después salió el globo que se estaba hinchando desde la muerte del dictador y acabó en un hundido sainete de Golpe de Estado en el 81.