"El Deváter"
Me confieso culpable de haber visto el cara a cara entre Camaleón Sánchez y Feijóo, el adusto orensano. Perdí la cuenta de los tics nerviosos de Sánchez que iba como ganador de antemano y se mostró entre aturdido y agobiado desde el comienzo de la refriega. Interrumpía constantemente a un Feijóo que no paraba de endosarle datos y más datos, un aluvión indescifrable que nadie recordará, al tiempo que sacaba papel y bolígrafo para firmar un pacto acordado con Felipe González en las semanas previas y basado en que gobierne la lista más votada con la abstención del opositor.