Y en un abrir y cerrar de ojos la vida cambió
María cuidaba a doña Antonia de 85 años y dependiente. Elena dirigía la policía local de un municipio de gran población y cuidaba a su madre. Pío acudía cada día al centro de Salud donde ejercía como pediatra. Lucas remoloneaba cada mañana cuando su mamá lo levantaba para ir al colegio. Manolo, jubilado de 77 años, iba cada día a su huerta, era una manera de mantenerse activo y sano. Esther buscaba trabajo, cada mañana miraba los portales de ofertas de trabajo. Belén impartía sus clases. Alberto iba a celebrar su boda con Sara, después de dos años de preparativos, por fin llegaba el día que todos esperaban.