Tanta polémica, creada de forma artificial, parece ser dirigida a desvirtuar y manipular con intereses personales y políticos ocultos, al desprestigio de las personas y grupo de vecinos que ejercen el derecho de libre expresión, sí manifiestan el desgobierno, abandono y colapso que sufre el pueblo de Los Cristianos.

Caemos en la trampa, como ratoncillos de esta antigua estrategia del dividir y vencerás, que solo funciona en los pueblos aburguesados y egoístas, donde sus gentes tienen limitados sus sueños a la corta visión de sus ojos.

Les recomiendo la lectura (ya que no tiene desperdicio), de la comunicación de la renuncia, donde se describe de forma detallada todas las reuniones con políticos y técnicos municipales, donde se valora la viabilidad de los actos.

La Asociación Los Artistas siguen aún esperando un comunicado motivado y por escrito de la negativa a realizar determinados actos en la Plaza del Pueblo, actos que tienen con anterioridad la autorización del Párroco.

Al leerlo sentí vergüenza ajena de cómo se politiza y se manipula la opinión de los ciudadanos y las Fiestas en honor a la Virgen del Carmen.

Según el escrito “al de arriba”, se supone que será Mena, no le agradó el grupo de vecinos que se adjudicó la Fiesta del Carmen 2022, (será por su preferencia políticas, que es lo que se argumenta en el pueblo), y sin comunicación alguna, se revolcó para dividir y buscar otros vecinos más afines políticamente, que le permitan utilizar los escenarios y eventos para lucirse y obtener réditos políticos.

Pues sí, los hechos relatados son como se dicen en el escrito, debería el Sr. Carlos y la Asociación de vecinos Los Artistas, consultar con un abogado, ya que todo parece indicar la existencia de trato discriminatorio y una vulneración de los derechos fundamentales al perjudicar a estos vecinos, bien por sus ideas políticas, o por pertenecer a una asociación de vecinos que manifiesta el estado de abandono, desidia y suciedad del Pueblo de Los Cristianos.

Le han secuestrado el derecho, con trabas, impedimentos y negativas verbales, el derecho de hacer las fiestas, como asociación adjudicataria.

Si esto es así, esto es más propio de una Dictadura, que de un municipio Democrático.