El 14 de febrero "Día de los enamorados y la amistad"

Cada 14 de febrero recordamos y celebramos el Día de los Enamorados y de la Amistad. La palabra "recordamos" va entre comillas porque deseamos aclarar que las celebraciones de cualquier día del año están, en primer lugar, destinadas a conmemorar a algún santo o figura relevante. Por ejemplo, celebramos el Día de la Madre, el Día del Padre, el Día de Todos los Santos Difuntos, así como a San Marcos, San Wenceslao, San Juan, y muchos más.
Para algunas personas, el 14 de febrero es simplemente el Día de la Amistad o de los Enamorados, y es hermoso recordar el concepto del amor universal: quererse a uno mismo antes de poder querer bien a los demás. Como dice el primer mandamiento de los cristianos: "Ama al prójimo como a ti mismo".
Esto nos lleva a una pregunta intrigante, sobre la cual, como buenos filósofos, nos interrogamos: ¿Los sacerdotes cristianos que fuman realmente practican el primer mandamiento? Cuando le planteamos esta pregunta a un sacerdote, su respuesta fue: "La Biblia dice que se aparten los filósofos".
El ser humano es, quizás, la especie más dañina del planeta, infligiéndose daño incluso a sí mismo. Según la historia escrita en latín, se confiesa que la palabra "amor" proviene de "amortizar". La cuestión es que el ser humano ha convertido el amor en sexo y el sexo en vicio. Sin embargo, si profundizamos en esta temática, podemos decir que el sexo sin amor carece de máxima calidad.
El 14 de febrero también es un día para celebrar la amistad, y espero, querido lector, que cuentes al menos con un amigo extraordinario. La mayoría de los animales que no pertenecen a la raza humana son auténticos en sus prácticas de apareamiento, ya que tienen relaciones sexuales únicamente durante su período de celo, que dura un par de meses al año; sin embargo, los conejos, por ejemplo, pueden reproducirse durante todo el año.
Cuando el ser humano está verdaderamente enamorado o existe una atracción mutua de forma natural, se encuentra inmerso en un mundo invisible, ajeno a la realidad, y podríamos decir que han ganado una lotería natural. Tener un verdadero amigo o estar enamorado implica que, aunque viajen en la guagua (autobús), no les importará que el vehículo esté abarrotado, ni que otros pasajeros estén tosiendo o soltando virus.
¡Viva el amor! ¡Viva la amistad! ¡Viva la buena gente!