La imagen adjunta de Beneharo tomada a propósito para darle más vida y para que dicha imagen tenga más de mil palabras, todavía dificultará mucho más adivinar cuál es la hermosa labor que desempeña cada día en el Municipio de Tijarafe en la Isla de La Palma. A primera vista podríamos apostar que es un deportista en el mundo de la lucha canaria o un boxeador de pesos pesados; sin embargo, el trabajo que desempeña requiere muchísimo amor y mucha paciencia, porque su vida justamente la comparte con personas mayores, en el Centro de Mayores o a domicilio.

Dedicarle tiempo a las personas mayores por infinitos motivos, requiere muchísima calma, paciencia, amor, no enfadarse nunca, escucharles y por encima de todo aprender con las historias que les cuenta y solamente compartiremos dos pequeñas historias entre tantas. Beneharo confiesa que cuando estaba en casa de una señora mayor atendiendo sus mínimas necesidades, encontró un pequeño cuadro con un título de Corte y Confección, pero con la anécdota de que dicho título fue otorgado en el año 1945 justamente cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, en esa época donde los mayores medios de comunicación y transporte, eran los burros, sin entrar en más detalles. Y también nos confiesa Beneharo que de vez en cuando interviene de hombre de paz cuando hay algún pequeño conflicto suave entre los mayores, pero que no llegan más allá de alguna palabra mal sonante sin daño moral.

En este mundo hacen falta más personas como Beneharo, porque desgraciadamente "muchos hijos abandonan a sus padres por no tener paciencia o porque el amor verdadero está desaparecido" y así es la vida de la parte del mundo, dícese civilizada. Gracias a Beneharo por compartir un poquito de su hermosa vida, que nos lleva a la reflexión o a seguir escondiendo verdades amargas. Perdone las molestias y gracias por la atención prestada.