Justamente cuando terminé de contarle esto a los tres Policías Locales de Arona, las miradas que me soltaron los tres hablaban por sí solas con envidia sana, especialmente la de José Juan Pérez que parecía estar diciéndome, "Viva la madre que parió a todos los tijaraferos", aunque todos sabemos que solamente en el Municipio de Arona en Tenerife hay más habitantes que en toda la Isla de La Palma entera. Gran parte de la raza humana desde la era cavernaria desgraciadamente está programada para hacer daño, porque somos así y no queda otra que comerse este marrón inexplicable, pero tampoco podemos bajar la bandera para seguir reflexionando sobre cómo tenemos que vivir para intentar ser felices porque no hacerlo es estar totalmente equivocados. 

Es muy fácil criticar a los Policías con el trasero encima de un sillón tecleando un teléfono móvil, pero hay que estar con ellos para vivir como aguantan sin perder la paciencia, cuando se les acercan los ignorantes borrachos o drogados a comerles la cabeza por gilipolleces y tienen que retirarse porque vemos hasta las gotas de los escupitajos mientras están hablando tonterías y de esto fuimos testigos presenciales el pasado domingo en Las Galletas y este suceso es de los más light, pero volviendo a la mirada de Jose Juan Pérez, simplemente darle felicidades a los Policías Locales de Arona y a todos los policías en general que se mantienen sin perder la paciencia cuando están frente a los energúmenos de turno o abusadores de los más débiles, porque en estos momentos nuestros cerebros podrían intoxicarse y caer en la trampa de las maldades donde podríamos caer en el arrepentimiento sin marcha atrás.

Cómo dice Carlos Magdalena de Grupo El Cine, "Cada uno en su sitio". Perdone las molestias y gracias por la atención prestada.