Me gusta la fruta y la tortilla
Mientras haya un solo niño pasando hambre en el mundo o sufriendo guerras, jamás podremos ser completamente felices. Comparto una frase que leí en un libro en 1991, cuyo título he olvidado, pero cuyo mensaje ha quedado grabado en mi mente. En aquel momento atravesaba momentos difíciles a nivel personal, y la frase decía: "En esta vida tenemos la obligación de intentar ser felices, porque no hacerlo es estar totalmente equivocados". Cuando te das cuenta de esto, el tiempo pasa muy rápido.
En esa época vivía en Sardina del Sur, Gran Canaria, y trabajaba en el Cañón del Águila, un pueblo al estilo western que todavía sigue funcionando. Cada día podemos disfrutar de espectáculos del Oeste americano. En este pueblo se grabaron muchas películas, entre ellas "Por la senda más dura", con el famoso actor Lee Van Cleef. También disfrutamos de conciertos de artistas como James Brown, Los Inhumanos, Los Rebeldes y Kim Larsen, un músico excepcional de Dinamarca que, cuando falleció, fue objeto de luto nacional. Además, se filmaron algunas películas de contenido para adultos y se vivieron un sinfín de historias increíbles, material suficiente para escribir un libro fascinante.
El título de esta carta, "Me gusta la fruta y la tortilla", trasladará, especialmente a los españoles, a un movimiento político, aunque no entraré en detalles, porque usted, querido lector o lectora, es una persona inteligente. Si no fuera así, no estaría leyendo cada día "Sol del Sur".
La única intención de este artículo es ayudar a salir de la rotonda tóxica del día a día, haciendo un favor personal a un lector especial que se encuentra desanimado. Según este lector, suelo darle la vuelta a las cosas. Sin embargo, si una persona que tiene la suerte de aproximarse a las siete décadas no es capaz de apartar de su vida a quienes hacen perder el tiempo de manera negativa, es probable que muera con un conocimiento limitado, ignorante. Y que conste que todos tenemos un grado de ignorancia; escribo "ignorante" sin ánimo de ofender.
La pregunta del amigo lector es: "¿Qué podemos hacer cuando estamos de bajona por algún problema?". No soy psicólogo, pero mi respuesta se basa en lo que aprendí en 1991. Cada uno tiene sus experiencias, pero hablamos de tener la suerte de no carecer de lo imprescindible: "Salud física, trabajo y amor", sin entrar en más detalles.
Cuando nuestros pensamientos nos atormentan negativamente, no debemos dejarnos consumir por ello. Hay que encontrar la fuerza desde lo más profundo de nuestro ser y caminar tanto como sea posible, hasta que no podamos más. Así, tu cuerpo caerá rendido y no tendrás espacio para darle vueltas a la cabeza.
Come frutas y verduras, así como un poco de pescado de vez en cuando y carne. Rodéate de personas valiosas que disfruten compartir experiencias vividas y que tengan bien clara la diferencia entre el bien y el mal. Lee mucho, ve buenas películas y no te arrepientas de tus errores, aunque a veces duelan, ya que forman parte de tu destino. Sin embargo, no los repitas, y, especialmente, aléjate de las personas tóxicas que descargan sus frustraciones sobre ti.
Creo que por ahora me detendré aquí, esperando que este consejo haya sido útil, especialmente para la persona que lo solicitó. Disculpa las molestias y gracias por tu atención.