Escolta para el desaparecido

Hay que tener mucha cara y poca vergüenza, y sobre todo no hay que tener la conciencia tranquila cuando uno se ve en la necesidad (?) de solicitar escolta cuando va acudir al Ayuntamiento de Granadilla a firmar una moción de censura. Así se comportó quien no se viste por los pies y cuya palabra "vale menos que un Clavijo": Marcos Antonio Rodríguez.
Pero que se puede esperar de quien después de las elecciones de mayo de 2023 se escondiera durante casi un mes, antes de formalizarse la nueva corporación municipal de Granadilla, cuando decidió pactar con el PSOE en lugar de CC, como le exigía su partido (PP), tanto a él como a Bianca Cerbán. Entonces Marcos Antonio defendió una tesis que todo el mundo podía entender -más allá de que el presidente insular, Emilio Navarro, no veía con malos ojos el pacto con los socialistas-, que no era otra que no podía darle su apoyo a un partido (CC) donde se habían refugiado Marcos y Yanira González, con quienes terminó muy mal, tanto que estos le denunciaron por "amaño" de unas elecciones a la ejecutiva local de los populares.
Entonces sí tuvo presiones Marcos Antonio Rodríguez que lidiar, pero se mantuvo firme, a pesar de ser amenazado con expulsión del partido. Durante más de año y medio, Marcos Antonio Rodríguez, tercer teniente alcalde, Servicios Municipales y la "joya de la corona", Sermugran, nunca, pero nunca, habló mal del grupo de gobierno, ni le le oyó ningún reproche a la labor de Jennifer Miranda. Es más, apenas hace una semana, se aprobaron los presupuestos y alcaldesa y portavoz del PP lo celebraron entre carcajadas.

Al final ha cedido a las presiones de sus jefes de Santa Cruz sin importarle quedar como un mentiroso, algo que ya casi no deja de ser noticia en política. Lo anormal es que tenga escolta de la Policía Local, aunque de aquí al día 26 que se vote la censura a Miranda, Marcos Antonio, que tiene nombre de emperador romano, no se quitará de encima el sobrenombre de 'Judas', mientras su compañera Bianca Cerbán dejará el gobierno pero al menos lo hace con dignidad y la cabeza bien alta, dando valor a la palabra, esa que manosean con frecuencia inusitada nuestros políticos, empezando por el propio presidente del Gobierno de Canarias, a quien Nicolás Jorge ya bautizó en 2016 cuando se produjo la primera censura de Regalado contra un alcalde socialista, Jaime González Cejas, entonces con relativa razón por los procesos judiciales en los que estaba envuelto el exalcalde: "tu palabra vale menos que un Clavijo".
Y ante esta situación de la pérdida de un nuevo municipio, y de la importancia de Granadilla -ya perdió Arona el curso pasado y en este Puerto de la Cruz- me gustaría conocer que explicaciones darán hoy Pedro Martín y Tamara Raya, en una rueda de prensa más de apoyo a Jennifer Miranda que adelanto de lo que puede suceder en otros ayuntamientos antes de las elecciones de 2027, por ejemplo en Arico (PSOE-PP), La Laguna (PSOE-CC), Güímar (CC-PSOE-USP) o incluso Arona, donde la izquierda, en la oposición, es mayoría. O el PSOE mueve ficha o se lo come la derecha nacionalista, que ya se ha quitado la vergüenza de pactar con la ultraderecha ideológica.