Mogán, de manera modesta, abre la veda de la tasa turística
El Ayuntamiento de Mogán, uno de los municipios más turísticos de Gran Canaria, comenzó hoy a cobrar una tasa turística municipal. Modesta, la más modesta que se conozca en los 151 países que la aplican, al recaudar solo 15 céntimos por noche y persona, sea o no extranjero. Se abre así la veda en Canarias del impuesto por pernoctación que ya se aplica con normalidad en Europa, con ejemplos como Italia, donde en las grandes ciudades se paga 5 euros por noche y hasta 7 en Grecia, países que por ello no han dejado de recibir turistas.
Aquí, mientras tanto, seguimos discutiendo si son galgos o podencos, como hoy mismo hemos escuchado en el debate de la nacionalidad del Parlamento de Canarias.
Ni siquiera recibiendo 18 millones de turistas el año pasado, los salarios de los trabajadores canarios, sean del sector de la hostelería o de cualquier otro da para llegar con comodidad a final de mes, más bien todo lo contrario. Cualquier subida salarial se la ha comido los impuestos o la inflación, y mientras tanto los grandes beneficios del turismo -22.000 millones de euros- se quedan en las islas.
Por todo ello es conveniente seguir el ejemplo de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, y aplicar esa tasa por alojamiento, incluso superior a esos escasos 15 céntimos, que así y todo dejarán este año en las arcas del consistorio grancanario 1,3 millones de euros, que al menos servirán para adecentar las zonas turísticas y la promoción turística del mismo.
Bajo el nombre de Tasa por prestación de servicios y realización de actividades derivadas de la Acción Turística y la Obligación de Sostenibilidad (TATOS), esta variará cada año, siendo su importe de 1,14 euros en 2026, provocando unos ingresos cercanos a los nueve millones de euros.
Además, la tasa tiene un carácter finalista, algo que no pasa con el impuesto que realizan comunidades autónomas como Baleares o Cataluña. Además, el impuesto se exige sin contraprestación, mientras que la tasa grava la prestación de servicios o la realización de actividades por parte de la Administración.
Tal ha sido la expectación por esta tasa turística, que ayuntamientos como La Oliva o La Laguna ya han preguntado a Onalia Bueno por la ordenanza. Incluso hay encuestas que señalan que los turistas alemanes (66%) e ingleses (54%) no ven con malos ojos su implantación. Incluso hoteleros como Miguel Villarroya, del grupo Spring, ya se ha manifestado a favor de estudiar la posibilidad de aplicar alguna tasa, siempre y cuando sea finalista y revierta en el sector, en infraestructuras y en salarios.
Canarias no puede seguir recibiendo 18 millones de turistas, creciendo su población medio millón de personas cada veinte años, y encima seguir siendo los más pobres de España. Ya lo advirtió José Miguel Rodríguez Fraga: "si el turismo no sirve para mejorar la vida de nuestra gente, ¿para qué lo queremos?".