Tenemos que enterarnos de una cansada vez, que es lo que queremos como País democrático que somos, a qué nos atenemos, hasta dónde podemos llegar, que es lo que queremos, hacer, qué opinión se nos deja expresar en sí es bueno o malo, en fin queremos saber si somos ciudadanos de una Nación democrática o una leva de vasallos que están obligados a acatar y hacer todo lo que el "amo" disponga.

Con más moral que el Alcoyano, Yolanda Díaz, la presidenta y líder de ese Partido menguado y medio mustio de Sumar, se le atribuye un gran futuro como el de "un espía sordo". Yolanda no acaba de enterarse de que su"verborrea" adosada a su ejemplo político, no cala ni cuela en los votantes. Por fuerza lo ha tenido que ver en Galicia (en su terruño), ahora en el País Vasco, ha demostrado que Sumar, suma poco, y de donde viene de Podemos estos suman menos. Son dos barquitos de papel que van a la deriva, con la tolerancia y el beneplácito que les da la ciudadanía en no acabar de hundirlos.

Ya no sabe a qué número jugar, ni a quién dirigirse, ni a qué medio de los que son afines al sanchismo, ni que milonga contar a los medios, sean televisivos, radios o prensa, ya que el Presidente Sánchez está viviendo sus días más aciagos hasta las elecciones, porque por todas partes se le filtra agua y sin duda acabará por tener una inundación que se llevara toda esa mala baba que engendró políticamente desde la Moncloa con sus socios comunistas. proetarras golpistas y republicanos de baja estofa. Pero a todo esto y por muchas vueltas que le dé tanto Sánchez como Tezanos protector y creador de las encuestas, todas "ganadoras de Sánchez", pero así y todo, ¡la derrota Sr. Marqués, está servida!.

Eran tiempos políticos apacibles, amorosos, glamurosos, de amiguitos, de ver como iban cogiditos de la mano, de abrazos de Sánchez a Iglesias. Hoy ellos saben que de esta guisa no pueden aguantar todo lo que queda de legislatura, porque cuando salgan los PGE, seguro que habrá desbandada general, porque Iglesias aboga por la liquidación del Régimen de la Transición, y Sánchez está en el limbo de la política que está marcando Iglesias que va de Presidente de tapadillo, así que o apoya Sánchez a su listo socio, o sigue estando dentro de la Constitución y aceptando el bipartidismo en la política española que tenemos desde la Transición.